¿Qué es la retina y cómo funciona?
La retina un tejido especializado sensible a la luz que se sitúa en la parte posterior del globo ocular. Sobre ella se proyectan las imágenes que observamos. Tras una serie de fenómenos químicos y eléctricos la luz se transforma en impulsos nerviosos que llegan a nuestro cerebro, a través del nervio óptico, ofreciendo información sobre lo que vemos.
¿En qué consiste la cirugía de retina?
Vitrectomía
La vitrectomía es la técnica de microcirugía ocular más utilizada para enfermedades y traumatismos de la retina.
El procedimiento consiste en extraer parte o la totalidad del humor vítreo (gel transparente que rellena el globo ocular) para manipular directamente la retina (capa que recubre la parte posterior del ojo) y tratar las patologías que afectan a este tejido.
Para llevar a cabo la operación, que realizamos con anestesia local, se realizan tres diminutas incisiones en la parte exterior del ojo. A través de ellas, el cirujano introduce instrumental quirúrgico de tamaño inferior a medio milímetro para manipular la retina con la máxima delicadeza y precisión.
La duración puede variar dependiendo de cada caso oscilando entre las 2-3 horas.
Hay varias patologías oculares que pueden requerir una vitrectomía:
- Retinopatía diabética
- Desprendimiento de retina
- Heridas oculares o traumatismos
- Agujeros maculares, degeneraciones maculares con neovasos u otras enfermedades de la mácula
- Problemas secundarios o inflamaciones del ojo
- Patologías relacionadas con la alta miopía
- Complicaciones después de operaciones de cataratas
- Complicaciones derivadas de la uveítis
Es necesaria una revisión oftalmológica completa que incluya un examen de fondo de ojo para poder valorar qué casos necesitarán cirugía.
Cirugía escleral
La cirugía escleral es una técnica quirúrgica que se lleva a cabo para reducir el diámetro del globo ocular, relajando así la tensión generada en la periferia de la retina evitando un posible desgarro o desprendimiento de retina.
La intervención no requiere entrar en el interior del ojo y se realiza suturando un anillo de silicona en la esclerótica (parte blanca y pared externa del globo ocular), con el fin de presionarla y acercarla más a la retina.
Para reforzar el efecto de la cirugía escleral, suele ser necesario que sellemos las roturas con criocoagulación (tratamiento con frío), diaterma (aplicación de calor) o fotocoagulación (terapia con láser). Asimismo, a veces también debemos llevar a cabo un drenaje del fluido que haya podido acumularse debajo de la zona desgarrada.