Una catarata traumática aparece, como su propio nombre indica, como consecuencia de un traumatismo o un golpe fuerte en el ojo. Así, se produce una opacificación del cristalino que impide tener una buena agudeza visual. En estos casos, la catarata podría aparecer inmediatamente después de la lesión o incluso un tiempo después.
El traumatismo causante de la catarata puede estar provocado por factores mecánicos o no mecánicos. Dentro de los factores mecánicos, como hemos comentado anteriormente, se encuentran todos aquellos relacionados con una lesión provocada directamente en el ojo. Por otro lado, dentro de los factores no mecánicos incluímos aspectos como la radiación o el consumo de sustancias tóxicas o estupefacientes.
Para detectar la catarata traumática, es esencial acudir a un especialista para que pueda realizar un examen exhaustivo del fondo de ojo y determinar la gravedad de la lesión. Por lo tanto, si ha sufrido algún accidente en el globo ocular, recomendamos acudir cuanto antes a un profesional para poder detectarlo a tiempo.
Tratamiento catarata traumática
Para tratar la catarata traumática, al igual que las cataratas producidas por cualquier otro motivo, es necesario realizar una cirugía en la que se retira el cristalino dañado y se reemplaza por una lente que hará su función, de forma que, tras la cirugía podremos volver a tener la agudeza visual que teníamos antes de la lesión.
La cirugía se realiza de forma rápida y eficaz, además de ser completamente indolora. Tiene una duración aproximada de 15 minutos por ojo y en el mismo día de la operación ya podrás volver a casa.
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