La heterocromía central aparece cuando el centro del iris, la parte que se encuentra más cerca de la pupila, tiene un color diferente al anillo exterior del iris. Por lo general, esta condición suele afectar a ambos ojos por lo que veremos dos colores diferentes en cada uno de ellos.
Esta afección, en principio, no tiene consecuencias ni afecta a la visión de las personas que la padecen, simplemente afecta a nivel estético. Aparece debido a una alteración en los pigmentos que forman el iris, lo cual hace que los ojos se vean con colores diferentes. A este pigmento lo denominamos melanina.
Cuanta más melanina se concentre en el iris, el color de los ojos será más oscuro. Por otro lado, los ojos tenderán a ser más claros cuanto menor sea el número de melanocitos presentes. La mayor parte de la población presenta un color marrón en sus ojos (alrededor del 75%), mientras que los ojos con colores más claros como el azul, el verde, o el color avellana, tan solo lo experimenta un pequeño porcentaje de la población. La heterocromía aparece en un porcentaje aún más pequeño, cerca del 1%, por lo que podemos afirmar que no es una afección común.
Además de la heterocromía central, también existen otros dos tipos:
- Heterocromía completa. Aparece cuando el iris de ambos ojos presentan colores diferentes.
- Heterocromía parcial. Este tipo de heterocromía se da cuando solo una parte del iris tiene un color diferente.
Causas de la heterocromía central
Podemos decir que existen dos tipos, la heterocromía congénita y la adquirida.
La heterocormía central congénita aparece en el nacimiento o poco tiempo después y no produce problemas de visión. Normalmente se debe una mutación genética que aparece de forma aleatoria.
Por otro lado, la heterocromía adquirida puede aparecer en cualquier etapa de nuestra vida y puede ser debido a diferentes factores como ciertos medicamentos, lesiones en el ojo, diabetes, glaucoma… En este caso, es importante visitar a un profesional para analizar las causas exactas de su aparición.